HISTORIA DEL INSTRUMENTO
Las raíces de la guitarra flamenca están firmemente arraigadas en las culturas morisca y española de las que evolucionó. De hecho, la guitarra en sí es una mezcla de elementos originarios de ambas culturas. A pesar de que el baile flamenco puede ser el aspecto más impactante visualmente de una actuación flamenca, esta expresión artística gira en torno a la canción. Ya que muchas de las canciones nacieron hace siglos, durante épocas de persecución étnica, encontraréis que la potente voz del cantante lamenta las penurias y la desesperación, mientras desea un futuro mejor. La guitarra entró en escena originalmente para acompañar al cantante. Hoy en día, sin embargo, el dominio de la guitarra flamenca ha demostrado ser un arte en sí mismo.
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​Descripción
Hecha con madera de ciprés y abeto español, la guitarra flamenca es más ligera y tiene un tamaño ligeramente inferior a su homóloga clásica. ¿El resultado? Su característico sonido más afilado -y algo metálico-. También hay otras interesantes características distintivas de la guitarra flamenca y en la forma de tocarla. Los ritmos y el rasgueo son claramente diferentes, por ejemplo. En lugar de partituras, hay reglas para tocar la guitarra española, y la maestría requiere de un buen oído y tiene un gran componente de espontaneidad e improvisación. También, en lugar de un golpeador, notaréis un elemento algo distinto en la guitarra flamenca que le permite al guitarrista -o tocaor- golpear sus dedos contra la guitarra mientras toca. El resultado es un espectáculo de un solo hombre que proporciona a la vez melodía, percusión, y placer auditivo a cualquiera que tenga la suerte de estar cerca de él.